EN UN MINUTO
Con Porfirio Gutiérrez
El famoso redondeo
Hoy me referiré al famoso redondeo y no se trata precisamente de las causas de la obesidad en México, sino de los piquitos de dinero que nos piden en las grandes tiendas del País para causas de beneficencia. Los que quieran dar esos centavos aun sin saber a dónde irán a parar, están en su derecho, es su dinero y nadie les dice nada. Lo malo es que algunas tiendas prácticamente obligan al cliente a entrarle a la promoción. Simplemente le dicen que no hay feria y cuas, dinerito al buche. Usted dirá: 50 o 60 centavitos no son nada, exagerado y escandaloso editor. Pues le voy a dar un dato: en 2014 el grupo Femsa publicitó que sus tiendas minoristas Oxxo (las segundas en importancia en el País después de Wall Mart) reportaban que atendían a 9 millones de personas diariamente. Así que métale números a la calculadora y multiplique esos "centavitos". Hagamos el supuesto de que el 10 por ciento de los clientes acepta el redondeo y deja .30 centavos para la beneficencia. Por 900 mil son: $270 mil pesos diarios!!! Y bueno, creamos que efectivamente se mandan a una organización de beneficencia pero ni sabemos cuánto mandan ni sabemos a cuál organización, con ese elevado monto hasta deben tener su propia asociación para encauzar ahí el dinero. Mal pensado columnista!!. Algunos facebuqueros se quejan de que en las tiendas los presionan y los hacen entrar a hueso al redondeo: esta es mi rápida y aguda respuesta: ¡Por dejados! Usted exija su cambio correcto y no se mueva de la fila. No importa que los de atrás le echen ojos de pistola y le tachen de avaro. Usted tiene derecho a recibir su cambio completo. Y sobre todo no son los 85 o 30 centavos, es la postura de la tienda a seguir esquilmando incautos; vea: yo no redondeo porque, primero: no sé si todos los dineros recaudados se vayan efectivamente a una organización de beneficencia; y en el caso que así fuere, la tienda deduce impuestos con su "loable" aportación y esta defraudando al fisco ya que esos dineros no son de los activos de la tienda sino de ciudadanos como usted que cándidamente entrega su redondeo ; Otra más: siempre le dicen en voz alta “QUIERE REDONDEAAAAR!! Para que se oiga hasta Timbuctú y usted, quizás por pena o porque no quiere que el de atrás crea que es inconmovible y además bien codo, pues ahí va de hocico y dona sus centavitos. Sigo con lo mismo: el truco está a la vista: si no tiene cambio en metálico, por qué la tienda pone precios fraccionados? Simplemente cobre en números cerrados, pero no lo hacen por una abusiva acción de mercadotecnia: a la vista se "siente" más "barato" un artículo que cuesta 99 centavos que uno que vale 1.00. Total, que el redondeo lo paguen los clientes. Así, las tiendas departamentales se llevan un montón de pesos a la bolsa si nos dejamos. Le repito: no se mueva de la fila, provoque retraso con los clientes de atrás, lo que pasará es que la cajera le redondeará a su favor es decir, no le cobrará la fracción y entonces todos seremos felices.