domingo, 25 de junio de 2017

LOS HURACANES Y SU CLASIFICACION




LOS HURACANES Y 

SU CLASIFICACIÓN

 La temporada de huracanes, que se inició el 1 de junio y concluye el 30 de noviembre, tendrá de 11 a 17 tormentas tropicales y de cinco a nueve huracanes, de los cuales de dos a cuatro serían de categoría mayor a tres (con vientos de 178 kilómetros por hora); claro que son fechas estipuladas por el hombre pero al final del caso, a la naturaleza no le importa  lo que pensemos los humanoides y desde principios de mayo pueden formarse estos meteoros en el Mar Caribe  o en el Golfo de México. Al otro lado, en el Pacífico, la fiesta se supone que empezaba el 15 de mayo pero al Huracán Adrián le valió madres las predicciones humanas y se formó   6 días antes de iniciarse la temporada en el Pacífico Oriental. Entonces hablaremos sobre estas perturbaciones  meteorológicas; de principio, el huracán es el más perrón de los fenómenos naturales  conocidos como ciclones en esta parte del mundo, en India se les dice monzones y en otros lados tifón, tormenta y hasta tornados. Son sistemas de baja presión  (como nuestra economía)  con lluvias  y actividad eléctrica;  sus vientos rotan  en contra de las manecillas del reloj. Cuando lleva vientos menores a 62 kilómetros por hora se le llama Depresión; más de 63 y hasta 117 kms/hr. Se transforma en Tormenta y al exceder los 118 kms.  se convierte en Huracán.  Ahora bien, siempre nos dicen en las noticias: el Huracán Fulana de Tal  es de categoría 5 según la escala Saffir Simpson; y quiénes son esos señores?  Acaso  parientes de  Homero y Bart? Pues nó, estos dos muchachos en 1969 inventaron la mentada escala; fue el Ingeniero civil  Herbert  Saffir quien trabajaba para Naciones Unidas en el estudio de construcciones de bajo costo en áreas propensas a sufrir deterioros por huracanes quien se dio cuenta que no existía una regla apropiada para  describir los efectos de estos fenómenos;  entonces, inventó una escala de cinco niveles  basada en la velocidad del viento y su efecto destructor en edificios y casas; más tarde Saffir cedió la escala al Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos donde después Bob Simpson a la postre director de dicho centro, le añadió  los efectos del oleaje e inundaciones. La escala Saffir-Simpson define y clasifica la categoría de un huracán en función de la velocidad de los vientos del mismo. La categoría 1 es la menos intensa (vientos de 119 a 153 km/h); la categoría 5 es la más intensa (vientos mayores que 250 km/h). La categoría de un huracán no está relacionada necesariamente con los daños que ocasiona. Los huracanes categorías 1 ó 2 pueden causar efectos graves dependiendo de los fenómenos atmosféricos que interactúen con ellos, el tipo de región afectada y la velocidad de desplazamiento del huracán. Los huracanes de categoría 3,4, o 5 son considerados como severos. En el pasado, en el siglo 18 se denominaba a los huracanes con el nombre del santo del día en que se manifestaba su poder  y destrucción en alguna zona concreta. A finales del siglo 19 el meteorólogo australiano Clement L. Wragge fue el primero en referirse a huracanes utilizando nombres propios de mujeres y se servía de nombres bíblicos para tal efecto. Desde 1953 Estados Unidos empezó a identificarlos mediante nombres de mujeres utilizando el alfabeto fonético. Para 1978 empezaron a incluirse nombres de hombres alternadamente con los de mujer; un año más tarde la Organización Meteorológica Mundial y el Servicio Meteorológico de Estados Unidos unificaron este criterio. Año tras año y se repite cada seis, se elabora una lista con los nombres que recibirán los huracanes que se vayan sucediendo a lo largo de la temporada en donde incluyen un nombre por cada letra del alfabeto. Esto permite  identificarlos con más facilidad y precisión. Estos son los nombres para la temporada 2017 en nuestra zona: Adrián, Beatriz, Calvin, Dora, Eugene, Fernanda, Greg, Hilary, Irwin, Jova, Kenneth, Lidia, Max, Norma, Otis, Pilar, Ramón, Selma, Sergio, Todd, Tara, Verónica, Wiley, Xina, York, Zelda. Por último, algunas medidas preventivas en caso de peligro de huracán:
Realiza un plan familiar de emergencias.
Prepara un botiquín de primeros auxilios.
Ten preparados alimentos enlatados y agua purificada o hervida en envases con tapa.
Coloca los documentos importantes en bolsas de plástico.
Elabora un directorio telefónico con los números de familiares, escuelas, servicios de emergencia, seguridad y Protección Civil.
Limpia la azotea, desagües, canales y coladeras.
Mantén una radio de pilas encendida para recibir información e instrucciones de fuentes oficiales.
Desde el interior de tu casa, protege vidrios y cristales con cinta adhesiva colocada en forma de “X” y corre las cortinas.  Las ventanas grandes pueden cubrirse con tablas que soporten los fuertes vientos.
Ten en cuenta la probabilidad de evacuar tu hogar si lo consideras inestable.
Corta ramas de árboles que podrían desprenderse y causar daños.
Ten a la mano ropa abrigadora o impermeable.
DURANTE EL HURACÁN
Conserva la calma y tranquiliza a tus familiares.
Mantén encendido el radio de pilas para obtener información o instrucciones acerca del huracán.
Desconecta todos los aparatos y el interruptor de energía eléctrica.
Cierra las llaves de paso de gas y agua.
Mantente alejado de puertas y ventanas.
Si el viento abre una puerta o ventana, no avances hacia ella de frente.
Mantente atento a la información de autoridades y medios de comunicación, hasta el fin de la emergencia.













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