lunes, 6 de abril de 2015

LOS CAJONES DE DISCAPACITADOS


EN UN MINUTO

Por La Mano Negra

“LA PENDEJEZ NO ES DISCAPACIDAD”


Es una verdad clara y concisa: “LA PENDEJEZ NO ES DISCAPACIDAD”, o lo que es lo mismo: amigos, no pueden estacionarse en  lugares marcados como hándicap para personas con capacidades diferentes esgrimiendo que son unos pendejos. Esta condición totalmente genética de ustedes los que invaden esos espacios,  no es considerada como válida para estacionarse ahí. Entiéndanlo: es un lugar para las personas que desafortunadamente no  tienen todas las capacidades motoras  que gozamos, gracias a Dios, tu o yo. Es por ley que esos espacios deben estar libres para que quienes tengan las placas autorizadas por el Gobierno, se ubiquen en cajones preferenciales que les permitirán acceder con mayor facilidad a los centros y edificios donde pretendan hacer alguna actividad. Nosotros, los que aparentemente estamos aptos para caminar un poco más, debemos respetar esos cajones. En otros tiempos, me gané bastantes mentadas de madre y agresiones cuando interpelé (y ahora sí cuadra perfectamente el término) a algunos “pelados” que  con desfachatez estaban estacionados en zona de hándicap. La mayoría se disculpaba diciendo “que no se habían dado cuenta” (sí-como-no: tamaño letrerote con la silla de ruedas y el espacio abierto al lado de la entrada de Soriana)  y se quitaban; otros me decían: “Ya me estoy saliendo, solo espero a mi hijo que fue por una medicina” (falso: la  vieja lo dejó cuidando los chamacos mientras entraba al salón de belleza de la esquina en HEB). Lo malo era   cuando el infractor me increpaba y altanero decía “que a mí que me importaba”; la respuesta era fácil, “usted tiene, afortunadamente, opciones de  dejar su carro más lejos, no le quite esta oportunidad a los que no pueden”; y como quiera no se quitaban, les valía madres; espero que nunca estén en la tesitura ni ellos ni sus parientes, de tener que sufrir el mismo trato. 
Desde hace varios años, lo confieso, me he eximido de increpar a los infractores. En estos tiempos pudiera sucederme que no me recordaran a mi querida mamá, sino que den un balazo y me la partieran en cachitos y sin remedio posterior. Creo que los cuerpos de seguridad de las plazas comerciales deberían ser más vigilantes de esta situación pero como seguramente también sufren el peso de la actual inseguridad, otra opción sería fotografiar el vehículo y sus placas marcando  el día y la hora, más tarde denunciar a la autoridad municipal y checar si ese vehículo tiene permiso para estacionarse en hándicap y en caso contrario, infraccionarlo; Ahora bien, por lo menos pongan un letrero que diga: “las cámaras de seguridad están grabando este cajón de estacionamiento las 24 horas del día y se sancionará a los dueños de  vehículos que se estacionen sin placas de hándicap”; sobre aviso no hay engaño; pero ejerciten su capacidad coercitiva para que los infractores  se eduquen. Recuerden la premisa del mexicano en los Estados Unidos: “Por qué en EU si cumples las leyes?  Respuesta: porqué allá si me castigan” .



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