domingo, 6 de septiembre de 2015

EN UN MINUTO

Con Porfirio Gutiérrez

DIPLOMADO EN JUICIOS ORALES

La respuesta del conglomerado profesionista del derecho fue verdaderamente plausible. La sala audiovisual Siglo XXI de la Facultad de Arquitectura de la UAT  se llenó hasta los pasillos. Calculo más de  doscientos abogados en el inicio del Diplomado en Materia de Juicios Penales Orales auspiciado por el Congreso del Estado a través del Instituto de Investigaciones Parlamentarias y traído a la zona sur por la conjunción de esfuerzos de las Barras de Abogados de Tampico, Cd. Madero  y Altamira. Empezamos cuarenta minutos tarde por la aglomeración en el registro y porque no estábamos sujetos a término. El auditorio es bueno pero siendo un evento audiovisual hubiéramos preferido una gran pantalla al centro. Al parecer en la próxima entrega si tendremos mejor visualización.
            Una gran fila de invitados de honor para la apertura  en donde nos chutamos la inauguración oficial del rector Etienne (que seguramente había pasado por una noche borrascosa) y otros dos discursos políticos pero como el diplomado es de a grapa, pues ni modo. Don Arturo de la Fuente como presidente decano de la Barra de Abogados de Tampico y Madero hizo la salutación oficial y agradeció al diputado Eduardo Hernández Chavarría el apoyo; más tarde  los dirigentes de las barras de abogados le manifestaron al legislador que esta respuesta de los litigantes del sur de Tamaulipas le indican claramente el interés que tienen los profesionistas del derecho a elevar sus conocimientos  en beneficio de la justicia y el bienestar común dado que estos eventos de instrucción se han dado predominantemente en la capital del estado, olvidándose quienes los promueven que en la zona conurbada del sur  existe gran número de licenciados en derecho de reconocida trayectoria que también pretenden acceder a la cultura jurídica de vanguardia.
              Luego entramos de lleno al diplomado  a cargo del  Maestro José Carlos Flores Silva, académico de Chihuahua y ex juez, quien cuenta con experiencia en esta materia, ya que aquel estado es  pionero en los juicios orales en México.

           La primera fase fue de recuento histórico. Recordamos  que el sistema acusatorio nació en la  Roma republicana sobre todo en los tiempos de Marco Tulio Cicerón. En donde quien ejercía la acción penal era un ciudadano sobre quien habíase violentado su estatus personal y a él se le adjudicaba la carga de la prueba. El estado era meramente un observador imparcial. Ya para la  edad media el sistema acusatorio fue público y se convirtió en inquisitorio; y durante la Inquisición fue arbitrario desarrollándose hasta el siglo XV con el origen de los tribunales eclesiásticos  en Francia, España y Portugal y más tarde en la Nueva España durante la conquista con aquella famosa Ley de las Siete Partidas (o simplemente Partidas) que era un cuerpo normativo redactado en la Corona de Castilla, durante el reinado de Alfonso X (1252-1284), con el objetivo de conseguir una cierta uniformidad jurídica del Reino.     
             Su nombre original era Libro de las Leyes, y hacia el siglo xiv recibió su actual denominación, por las secciones en que se encontraba dividida. Esta obra se considera uno de los legados más importantes de Castilla a la historia del Derecho, al ser el cuerpo jurídico de más amplia y larga vigencia en Hispanoamérica (hasta el siglo xix). Incluso se le ha calificado de «enciclopedia humanista», pues trata temas filosóficos, morales y teológicos (de vertiente greco-latina), aunque el propio texto confirma el carácter legislativo de la obra, al señalar en el prólogo que se dictó en vista de la confusión y abundancia normativa y solamente para que por ellas se juzgara.  El sistema inquisitivo fue diseñado y aplicado en la edad media, teniendo como base el Derecho Penal Canónico. Se instrumentó como un procedimiento en el que el interés del Estado prevalecía sobre el interés de los particulares, ya que su pretensión primordial era mantener el estado de cosas y el orden “social” sobre cualquier otro y a toda costa.
     Destacó el conferencista que en  nuestro país rige un sistema procesal mixto -predominantemente inquisitivo- que, dada su evidente obsolescencia, se ha tornado ineficaz, ya que no satisface ni garantiza los derechos de las víctimas ni de los inculpados; el ministerio público es omnipotente; no se siguen los principios del debido proceso y los procedimientos son extremadamente largos y poco transparentes.
                 El sustento básico del nuevo juicio oral será la presunción de y los  principios del debido proceso; Impulsar mecanismos alternativos de solución de controversias, con rápida reparación del daño a las víctimas u ofendidos. La oralidad es una característica indispensable para que se cumplan los principios que rigen a este sistema, a efecto de que se hagan realidad las garantías que operan a favor de las partes en el proceso. Facilitará la fluidez en los juicios y propiciará la transparencia, contribuyendo a erradicar la opacidad y combatir la corrupción. Abona también a la concentración y continuidad del juicio, simplificándose las etapas.
    Como siempre es justo destacar la organización preliminar a cargo de la Lic. Coral Vázquez como enlace con la oficina que auspicia este diplomado. De la Lic. Consuelito Romero que implementó con un eficaz grupo de colaboradores el registro previo al evento.  Descansamos una semana y el próximo sábado doce de septiembre volveremos a las aulas a recibir instrucción. 



















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